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Forjados Chapa Colaborante
Chapa Colaborante para forjados mixtos
El forjado colaborante, o forjado mixto de chapa colaborante, es la solución de alta calidad para facilitar el proceso de hormigonado. Su estructura favorece la adherencia entre la chapa metálica de acero y el hormigón. Está disponible en acero galvanizado con perfiles de 60, 76 y 100 para adaptarse a proyectos de pequeñas y grandes dimensiones.
Tipo
Material
¿Qué características tienen las chapas forjado colaborante?
Las chapas de forjado colaborante se caracterizan por ser unas láminas de metal con indentaciones a los lados de las grecas que facilitan la unión del acero con el hormigón. El forjado colaborante es de tipo mixto porque tiene partes metálicas y de obra civil que colaboran para compensar los distintos tipos de esfuerzos que se producen en el armado de una obra.
Se caracteriza por su forma grecada en perfiles de 60 mm, 76 mm y 100 mm; con espesores de chapa de 0.8 mm, 1.0 mm y 1.2 mm. Vienen con acabado galvanizado que tiene alta resistencia a la corrosión y a la oxidación.
¿Cómo funciona la chapa colaborante para forjados?
La chapa para forjados colabora en la adherencia entre el acero y el hormigón, en la construcción de estructuras metálicas. Su uso permite sustituir el encofrado perdido de madera, para hacer frente de manera efectiva a las tensiones que generan las cargas en las obras y evitan el deslizamiento entre sí.
La chapa colaborante se adapta a edificios con estructura metálica de cualquier tipo, bien sean de índole industrial, comercial, deportiva o residencial. En lo que respecta a la unión del forjado compuesto con la estructura, se puede hacer por tornillo, clavo o soldadura. La elección dependerá de la decisión y los cálculos marcados por el proyectista.
¿Cuáles son las ventajas de los forjados de chapa colaborante?
Utilizar forjados de chapa colaborante para la construcción, tiene muchas ventajas económicas y estructurales. La principal es que sustituye el encofrado perdido de madera y facilita la adherencia del acero con el hormigón, evita el deslizamiento de las cargas y disminuye las tensiones en la estructura metálica.
Actúa como plataforma de trabajo, protege y brinda seguridad contra la caída de objetos, soporta las cargas durante el hormigonado, permite la la libre circulación al evitar los apuntalamientos de un encofrado convencional, disminuye el canto útil de forjado, los pesos muertos y el costo total de la estructura metálica.
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