Detalles:
Tipo de Producto: |
Chapa de Forjado colaborante MT-60 |
Acabado: |
Galvanizado |
Espesor:
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0.6 mm, 0.75 mm, 0.8 mm, 1.0 mm, 1.2 mm
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Material: |
Acero |
Canto de Perfil: |
60 mm |
Ancho útil: |
820 mm |
Largo: |
Corte a medida. Tamaño mínimo de corte: 1600 mm. Tamaño máximo de corte: 12000 mm.
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Pedido mínimo: |
50 m2 para espesor de 0.6 mm. Consultar para otros espesores. |
Plazo de entrega: |
A consultar |
Uso: |
Forjado colaborante. |
Reacción frente al fuego: |
Clase A1 según norma UNE 13501-1 |
Descripción Forjado colaborante MT-60
El forjado colaborante MT-60 es una chapa metálica grecada de acero galvanizado usada para potenciar la adherencia de la chapa con el hormigón. De ahí que se denomine forjado colaborante, porque "colabora" a que los materiales del forjado se adhieran perfectamente para hacer frente a las tensiones que generan las cargas y evitar el deslizamiento entre sí.
Por sus características mecánicas se obtienen también beneficios económicos al emplearse. Ayuda a disminuir el volumen de hormigón y la cantidad de armadura, se ahorran costos y tiempo de ejecución, sustituye el encofrado de madera y sirve como plataforma de trabajo. Comporta una disminución del canto medio del forjado y la reducción del peso, que se refleja en una reducción de los soportes en las construcciones, tales como pilares, vigas y cimentaciones.
La resistencia de los forjados de chapa colaborantes hace adaptable a cualquier tipo de edificios, industriales, comerciales, deportivos o residenciales. Y se han realizado ensayos experimentales para comprobar la carga y que se ajusten a las prescripciones de las Normativas Eurocódigo 4 y 3 de cumplimiento obligatorio en Europa.
Características técnicas
Características constructivas y de montaje
El forjado colaborante MT-60 se caracteriza por su forma grecada en perfil de casi 60 mm con embuticiones. Tiene un paso de onda de 205 mm, ancho de cresta de 84 mm y valles de 58 mm. El alma tiene una profundidad de 3.5 mm y los nervios de la parte superior de la chapa aseguran una perfecta conexión con el hormigón, además de un práctico solape en continuo.
La unión del forjado colaborante a la estructura se puede hacer por tornillo, clavo o soldadura. La elección de una u otra dependerá de la decisión y los cálculos marcados por el proyectista. Se deben respetar las medidas mínimas indicadas para cada caso según las condiciones de apoyo de las chapas en las vigas. Y es recomendable fijar cada chapa a medida que se van montando y comprobar que todas estén bien fijadas.